martes, 24 de julio de 2007

Ánimo...

Me han mandado ésto para verlo. El motivo es que mi compañera a conseguido aprobar este año sus oposiciones, las de la "espinita". En dos ocasiones se le fueron de entre los dedos, una esperando salir en BOJA como opositor tras haber superado el periodo en prácticas (y que por impugnaciones de la oposición se le fue después de estar un año en proceso), todo esto por el año 1991, y otra en la que concedían las plazas a nivel de toda Andalucía y a pesar de quedar la segunda mejor nota de su tribunal con más de un 9 en la prueba no obtuvo plaza. En otras ocasiones otros lo consiguieron por su esfuerzo y un punto de buena suerte que a ella le ha faltado muchas veces, la verdad.

Con la mirada nos lo dijimos todo cuando supo con toda certeza que esta vez sí, tenía plaza en la oposición. Y también antes de calmar los nervios ya la vi marcharse para ver a otros compañeros, para conocer su suerte. Y si bien cuando volvió lo hizo alegre por los que habían superado el concurso-oposición como ella, también lo hacía con un punto de amargura por aquellos que no podían verse en su misma situación, compañeros que habían compartido muchas horas de estudio, mucho sacrificio, muchas desilusiones, mucha soledad y mucha incomprensión.

Porque me temo que de soledad vamos a saber un rato, que de eso vamos a tener para dar y regalar, y el que no lo crea ya se dará cuenta.

Encerrarse día tras día, mes tras mes y año tras año hasta que ha conseguido aprobar con plaza. Ese ha sido el camino y la meta a alcanzar. En alguna ocasión me decía que si no lo conseguía esta vez que no seguiría, que no quería sacrificar ni un segundo de la infancia de nuestros hijos por esto, que no merecía la pena (fueron pocos momentos, pero parece que siempre aparecen).

Y ahora, cuando sonríe mirándolos, sabiendo que ya no tiene porqué perderse ningún juego, ninguna sonrisa, ninguna pregunta inocente, sabe que ha merecido la pena.

Y ahora me insiste, me repite, que no cometa los mismos errores, que estudie tranquilo, que no me agobie por tonterías, que no piense que el resto de opositores lo va a hacer mejor que yo o que tienen más tiempo o que ... infinidad de cosas que se nos pueden ocurrir pensar en nuestra soledad con los libros y la mesa de estudio.

En fin, que mereció la pena ver su sonrisa cuando volvió tras verse en la lista de aprobados, y cuando de verdad se dio cuenta de que no va a pasarlo mal otro año más preparándose las siguientes oposiciones, y cuando ha visto que puede estar en un colegio cercano al de nuestros hijos, y que quizás los va a poder llevar y recoger a diario, y va a tener que hacer menos tiempo por carretera para ir a su trabajo y otras muchas cosas, cosas que alguien que lea esto dirá "que simpleza" , "con que poco se conforma la gente" o "qué egoístas". A esas personas les doy la razón, son cosas simples (que no de personas simples) y parecen que son poca cosa, pero cuando no se tienen se echan en falta. Lo de egoístas es cierto, todos lo somos, la virtud está en ser poco egoístas o ser nada egoístas en momentos trascendentes (algunos pensaran que esos momentos trascendentes son aquellos en los que alguien los ve haciendo alguna acción generosa... que mal pensado soy, pero lo asumo, es mi pecado capital).

Cuando vi el videoclip se me encogió más de una vez el corazón...

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